La corrección de la desviación de los ojos puede ser tratada mediante gafas pero, cuando el estrabismo persiste a pesar de la graduación, es necesario iniciar otros tratamientos. Existen varias opciones entre las que se encuentran los prismas, los ejercicios musculares, la toxina botulínica y la cirugía.
En algunas situaciones, la cirugía representa el tratamiento ideal aunque puede presentar complicaciones que posteriormente se detallarán.
El primer punto que se debe aclarar es que se trata de una cirugía que se efectúa por fuera del ojo. El cirujano no penetra dentro del ojo. Básicamente, lo que hacemos es debilitar y/o reforzar los músculos que mueven el ojo en las distintas posiciones de la mirada. El número de músculos que debemos operar depende del tipo de estrabismo y de la desviación.
Otro punto importante es que, en muchos casos, a pesar que el ojo que se desvía es siempre el mismo, se pueden operar músculos de los dos ojos.
En adultos la cirugía se realiza mediante anestesia tópica.
En niños, es preciso realizar la cirugía mediante anestesia general pues hasta los 9-10 años la colaboración impide aplicarla localmente con gotas, como sucede en los adultos. Sin embargo, aún en estos casos, se realiza ambulatoriamente de tal forma que a las pocas horas el paciente puede salir de la clínica. Los riesgos anestésicos le serán explicados por un anestesista.