En el tratamiento quirúrgico del glaucoma existen diversas opciones, pero en la actualidad ha evolucionado mucho el uso de implantes o «válvulas» intraoculares con muy buenos resultados.
El implante está compuesto de tres partes. Un plato de plástico especial que está hecho en forma a la curvatura del ojo. Encima de este hay un pequeño sistema valvular que regula la presión ocular. Por último un tubo que permite que salga el fluido acumulado, reduciendo la presión efectivamente dentro del ojo. El implante es colocado debajo de la piel del ojo pero afuera del ojo. No se ye ni se siente.
Hay una gran variedad de implantes en el mercado pero solamente la Válvula para el Glaucoma funciona constantemente. Los estudios a largo plazo utilizando este implante han demostrado controlar la presión efectivamente en casi un 90% de los casos.