La cirugía puede corregir la patología de ojo seco sólo si los síntomas se deben a que los párpados están en una posición anormal.
La mayoría de las personas con el síndrome del ojo seco presentan sólo molestia, pero no pérdida de la visión. En casos graves, la cubierta transparente del ojo (córnea) puede resultar dañada o infectada. Lo mejor es huir del auto-diagnóstico y de la auto-medicación y consultar con su oftalmólogo de confianza. Debe llamar o acudir inmediatamente al médico si tiene dolor o excesivo resecamiento, si presenta descamación, secreción o llagas en el ojo o en el párpado, si ha tenido una lesión previa en el ojo o el párpado caído, si aparece inflamación o rigidez articular y resequedad en la boca junto con síntomas de ojo seco y sobre todo si sus ojos nos mejoran con los cuidados habituales al cabo de unos días.