Hoy Día Mundial contra la Hepatitis, os contamos cómo esta enfermedad inflamatoria que afecta al hígado, puede tener también un impacto significativo en la salud visual.

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra cada 28 de julio con el objetivo de aumentar la conciencia sobre los diferentes tipos de hepatitis (A, B, C, D y E) y cómo afectan la salud, promover la prevención, fomentar el diagnóstico y tratamiento temprano y combatir el estigma.

Se trata de una inflamación del hígado que puede ser causada por virus, consumo excesivo de alcohol, toxinas, algunos medicamentos y ciertas afecciones médicas, puede tener diversas manifestaciones en la salud general del individuo, incluida la salud visual.

Aunque la hepatitis no afecta directamente a los ojos, las complicaciones relacionadas con la enfermedad hepática pueden tener un impacto en la visión. Desde Vista Oftalmólogos os detallamos algunas formas en que la hepatitis puede afectar la salud visual:

Ictericia:

Una de las manifestaciones más comunes de esta enfermedad es la ictericia, una condición en la que la piel y los ojos (escleróticas) se tornan amarillos debido a la acumulación de bilirrubina. Esta coloración amarillenta en los ojos es un signo visible de problemas hepáticos.

Retinopatía:

En casos de hepatitis crónica o cirrosis hepática, pueden desarrollarse complicaciones como la retinopatía, una condición que afecta los vasos sanguíneos de la retina. Esto puede llevar a problemas visuales como visión borrosa, puntos ciegos y, en casos graves, pérdida de visión.

Hepatitis asociada a condiciones autoinmunes:

Algunos tipos de hepatitis, como la autoinmune, están asociadas con otras enfermedades autoinmunes que pueden afectar los ojos, como la uveítis (inflamación de la capa media del ojo) y el síndrome de Sjögren, que puede causar sequedad ocular y problemas de visión.

Efectos secundarios de los medicamentos:

El tratamiento para la hepatitis, especialmente para la hepatitis B y C, puede incluir medicamentos antivirales que pueden tener efectos secundarios visuales. Por ejemplo, algunos pacientes pueden experimentar visión borrosa, molestias oculares y, en raros casos, retinopatía.

Complicaciones metabólicas:

Esta inflamación del hígado, puede llevar a desequilibrios metabólicos y deficiencias nutricionales que pueden afectar la salud ocular. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina A, que puede ser consecuencia de problemas hepáticos, puede causar problemas de visión nocturna y sequedad ocular.

Hepatitis C y el riesgo de enfermedades oculares:

La hepatitis C, en particular, ha sido asociada con una mayor incidencia de ciertas enfermedades oculares, como el síndrome de ojo seco, la neuropatía óptica (daño al nervio óptico) y la enfermedad de la retina.

Es importante que los pacientes con hepatitis mantengan un control regular con su oftalmólogo, especialmente si experimentan cambios en su visión, y que sigan las recomendaciones de su médico para el manejo de la enfermedad hepática y sus posibles complicaciones.

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