Tener buenos hábitos de vida contribuye de forma positiva al cuidado del sentido de la vista y al buen estado de nuestros ojos.
La importancia de tener buenos hábitos ya fue descrita hace miles de años por el filósofo griego Aristóteles, que defendía que «Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto; es un hábito«. La excelencia, cuando hace referencia a la salud es, sin duda, prioritaria y más aún cuando hablamos del que es considerado el sentido más importante: la vista.
Según afirma Asifa Majid, psicóloga e investigadora del lenguaje, la cultura y la cognición, de la Universidad de York; «casi el 50% del cerebro está dedicado al procesamiento visual. Desde un punto de vista evolutivo, la vista habría sido fundamental para la supervivencia de los primeros humanos»
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que en el mundo hay alrededor de 180 millones de personas con discapacidad visual y ceguera, mientras que 153 millones tienen algún trastorno de refracción como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Lo más preocupante es que muchos de estos casos se podrían haber evitado con buenos hábitos y mecanismos de control y prevención.
12 hábitos para tener una vista sana
- Realizar una revisión oftalmológica una vez al año.
- Utilizar gafas de sol durante todo el año.
- Mantener los ojos hidratados.
- Una alimentación sana.
- Tener buena iluminación, especialmente al realizar actividades donde se utilice la vista de cerca.
- Extremar la higiene si se utilizan lentes de contacto.
- Realizar descansos frecuentes para evitar la fatiga visual al utilizar dispositivos electrónicos.
- Retirar el maquillaje al llegar a casa.
- No frotarse los ojos.
- Proteger los ojos al realizar actividades que puedan entrañar riesgo.
- No ducharse ni bañarse con lentillas.
- Cuidar las gafas y mantenerlas en buen estado, evitando forzar la vista por arañazos o daños.