Es el sentir general, todos los padres estamos preocupados por el abuso por parte de niños y jóvenes de móviles y otros dispositivos electrónicos.

Por una parte, suponen un cambio en los hábitos de relación social, juegos y acceso precoz a algunos tipos de contenidos; tenemos que asumir que   es el presente y el futuro, y que seguro que aporta aspectos positivos, y respecto a lo negativo, hay que intentar manejarlo con firmeza y sensatez. Por otra parte, existe la preocupación de cómo pueden afectar a la vista.

Una petición frecuente en la consulta es: “Doctora , dígale a mi hijo/a que no es bueno que esté todo el día con el móvil o la consola…”

Recientes investigaciones realizadas en Norteamérica señalan que el dejar de fijar la visión en distancias lejanas y hacerlo mayormente en trabajos a corta distancia como la lectura ,este enfoque preciso ,puede ser causante de defectos de refracción o favorecer la progresión de éstos. Los niños y jóvenes en muchos casos, han dejado de realizar actividades deportivas o juegos al aire libre, para sustituirlos por horas y horas de ordenador, móvil , tablet…

En las últimas décadas ha crecido la preocupación por el aumento de la incidencia y progresión de la miopía en el mundo; en algunos países las generaciones más jóvenes están desarrollando grados de miopía cada vez más elevados y se han potenciado investigaciones en el área de desarrollo de la miopía principalmente en lo que respecta a la aparición precoz en niños y adolescentes, así como estrategias para intentar retener o reducir su progresión( como las lentes de contacto de geometría inversa para ortoqueratología con efecto significativo en la reducción del avance de la miopía en niños).

La comunidad científica está de acuerdo en que existe una tendencia evidente al aumento de la miopía debido a factores ambientales.

Además, aun no se conocen con certeza como pueden afectar las luces LED de estos dispositivos que utilizan espectro azul de la luz visible que es el que más potencia irradia , en la retina de niños y jóvenes expuestos a veces a horas y horas, y en ocasiones con escasa iluminación ambiental, sin estar preparados los filtros naturales que el ojo puede desarrollar a lo largo de la vida.

Por último sólo cabe recomendar un uso controlado, realizar descansos alternado con fijación en posiciones lejanas. Seguramente en poco tiempo dispondremos cada vez de más filtros de cara a reducir la radiación luminosa de los dispositivos.