Ver la tele a oscuras
Todos lo hemos hecho alguna vez: ver una película de terror en la tele con todas las luces apagadas. Aunque ayuda a crear un ambiente terrorífico, este gesto es nocivo para nuestros ojos, puesto que tienen que trabajar más para tratar los cambios rápidos de luminosidad en el televisor. Al final, esta práctica puede causar dolores de cabeza, sequedad ocular, ojos rojos y malestar ocular.

No parpadear
¿Cada vez que trabajas delante de un ordenador sientes dolor en en la frente, cerca de las cejas? ¿Sientes una sensación de quemazón cuando cierras los ojos? Estos son algunos síntomas de fatiga ocular. La solución es hidratar los ojos. Empieza por parpadear con más frecuencia. Frente a la pantalla, parpadeamos entre dos y tres veces menos que normalmente. Si esto no te alivia, usa algún tipo de gotas.

No ponerse gafas de sol
Es un poco como la crema solar. Las gafas de sol son indispensables en el exterior, sobre todo en época estival. Los rayos ultravioletas pueden dañar de forma permanente nuestros ojos. Por ello, es imprescindible usar gafas de sol que protejan al 100% de los rayos UVA. Hay infinidad de modelos y precios.

Sentarse demasiado cerca o lejos de la tele
Para disminuir el riesgo de sufrir fatiga ocular, no debemos sentarnos ni demasiado cerca, ni demasiado lejos de la pantalla. Sabemos que no siempre es posible, por el tamaño de algunos apartamentos, pero hay que hacer lo posible. Para conocer la distancia óptima de visionado, multiplica la diagonal de tu televisor por cuatro o cinco.

Leer los pequeños caracteres de los teléfonos inteligentes
Aunque las pantallas de los teléfonos inteligentes son cada vez más grandes, todavía utilizan caracteres muy pequeños. A menudo es necesario forzar los ojos para leerlos, lo que es susceptible de provocar, a medio y largo plazo, sequedad ocular, visión borrosa, vértigos e incluso náuseas. Para evitar efectos no deseados, aumenta el tamaño de los caracteres o usa otros soportes para leerlos.

No usar gafas protectoras
¿Trabajas en un taller? ¿Haces reparaciones o pequeños trabajos en casa? ¿Te bañas en piscinas en la que se usa cloro? ¡Protege tus ojos! Por norma, es necesario proteger los ojos cuando hay riesgo de que se dañen con alguna esquirla, un golpe, una salpicadura o un producto químico.

No ser prudentes con el maquillaje
Para evitar dañar los ojos, no deberías poner nada en ellos. Esta norma incluye igualmente al maquillaje. Cuando te maquilles, asegúrate de que ni el rímel ni la sombra de ojos entren en contacto directamente con el ojo. Cambia el maquillaje cada tres meses para evitar el riesgo de infección.

Abusar de las gotas para los ojos
Hay que ser muy prudente con las gotas para los ojos sin receta. Se recomienda utilizarlos durante periodos cortos. Es cierto que ayudan a mejorar la sequedad ocular, pero no necesariamente a mejorar la salud de los ojos. Habitualmente contribuyen a que los ojos no estén rojos.

No preocuparte por tu salud
Aunque seas la persona más prudente del mundo con tus ojos, algunos factores externos son susceptibles de dañar nuestra visión. La falta de sueño, la hipertensión y la diabetes, pueden afectar a nuestros ojos de muchas maneras. Por ello, presta atención a tu salud de tus ojos…, pero también a la salud del resto de tu cuerpo.

Leer un libro o la tablet demasiado cerca/lejos
Sujetar un libro o la tablet demasiado cerca de los ojos aumenta los riesgos de padecer fatiga ocular. Los expertos sugieren que la distancia adecuada oscila entre los 30 y 40 centímetros. Se recomienda la misma distancia también para modistos, costureros, diseñadores, y para profesiones similares.

No hacer pausas en la lectura
Sabemos que no es fácil hacer una pausa cuando estamos inmersos en una novela apasionante. Pero las lecturas prolongadas acabarán por dañar nuestros ojos y harán difícil la lectura de esos libros que nos gustan tanto. Los expertos recomiendan mirar un objeto lejano al menos cada hora. Si estás en una habitación con ventana, mira por ella. No basta con mirar durante algunos segundos; la pausa debería durar al menos tres minutos.

Estar demasiado absorto en la tablet
Las pausas deberían ser incluso más frecuentes cuando utilizamos aparatos electrónicos, como una tablet, un teléfono inteligente o un ordenador. Sugerimos utilizar la regla del 20/20/20, de la que ya hemos hablado en alguna ocasión: cada 20 minutos, observa un objeto que se encuentre a 20 pies (dos metros) durante 20 segundos. Con esta práctica disminuirá el riesgo de padecer fatiga ocular intensa.

Frotarse los ojos demasiado fuerte
Frotarse los ojos es normalmente un signo de fatiga, independientemente de la edad. Hay que hacerlo suavemente o utilizar una compresa con agua fría. Frotar los ojos muy fuerte puede romper los vasos sanguíneos de los párpados.

Dormir con las lentillas puestas
Independientemente de los motivos que nos lleven a dormir con lentillas (olvido, pereza…), es un comportamiento más peligroso de lo que pueda parecer inicialmente. Puede ser el origen de infecciones y provocar daños permanentes a nuestros ojos. En resumen, aunque estemos cansados, es preferible dedicar cinco minutos a quitarnos las lentillas, que tener problemas oculares el resto de tu vida.