El consumo excesivo de alcohol tiene muchas consecuencias negativas sobre nuestra salud en general, pero también sobre nuestra salud visual. Hoy os contamos cuáles son los efectos negativos a corto plazo que el alcohol tiene sobre nuestra visión.
España es el segundo país de Europa donde se consume más alcohol y este dato se incrementa durante la época estival en la que hay un mayor consumo del mismo debido a la tendencia de pasar más tiempo en la calle, las vacaciones y las altas temperaturas, que invitan beber más bebidas alcohólica frías como pueden ser la cerveza, los combinados y/o cócteles.
Un consumo del alcohol moderado y controlado es fundamental para evitar problemas en nuestra salud visual. Aquí os contamos algunos de los efectos a corto plazo que el alcohol provoca en nuestra salud visual:
Visión doble (diplopía)
Uno de los efectos a corto plazo que conlleva el consumo excesivo de alcohol es la visión doble. Este trastorno de la visión conocido como diplopía hace que las imágenes que perciben con cada uno de los ojos no se procesen de forma correcta en el cerebro (el sistema nervioso central) y formen una única imagen espacial. La consecuencia es la visión doble.
Visión borrosa
La llegada de etanol, presente en el alcohol, a la película lagrimal actúa como disolvente de la capa lipídica de la lágrima (la parte protectora) produce visión borrosa y afecta nuestra visión periférica, que es la que nos permite detectar objetos a nuestro alrededor sin necesidad de mover los ojos o girar la cabeza.
Sequedad ocular u Ojo Seco
La deshidratación provocada por el alcohol afecta a los ojos deteriorando la película lacrimal y disminuyendo la producción de lágrimas que puede tener como consecuencia la aparición del ojo seco y la aceleración de sus efectos.
Para evitar esto, no olvides beber agua entre copa y copa, lágrimas artificiales, y en el caso de que las uses, quitarte las lentillas antes de dormir para evitar queratitis (inflamación de la córnea), úlceras y/o otras complicaciones más graves
Enrojecimiento de los ojos
Un consumo excesivo de alcohol reduce el oxígeno en los glóbulos rojos y produce la dilatación de los vasos sanguíneos de la esclerótica, lo que hace que fluya más sangre a través de ellos y tus ojos se inflamen y estén rojos.
Bolsas en los ojos
El alcohol puede deteriorar la calidad del sueño, la respiración, aumentar los niveles de inquietud y causar sed, lo que puede hacer que no descansemos bien y provoque las bolsas en los ojos.
Tic en el ojo (Mioquimia)
Este tipo de tic consistente en contracciones sucesivas y rítmicas de las unidades motoras que hay bajo los músculos del ojo se conoce como mioquimia y puede estar provocada por un consumo de alcohol excesivo.
Dificultad para percibir colores
Otra de las consecuencias del consumo excesivo de alcohol en nuestra salud visual es que dificulta nuestra percepción de los colores, la adaptación a los cambios de iluminación debido al efecto de las pupilas, que es más lento, y hace aumentar la percepción de halos (círculos luminosos).
Pérdida de la película lacrimal
Como hemos indicado anteriormente, el etanol, presente en el alcohol, disuelve y evapora la película lacrimal que protege a nuestro ojo y como consecuencia, la calidad de la imagen percibida se ve afectada.
Pérdida de la visión
Un consumo abusivo del alcohol provoca la inflamación del nervio óptico y como consecuencia a la pérdida progresiva de la visión, situación que puede empeorar si le sumamos el tabaquismo.
Fotofobia
Beber alcohol produce mayor sensibilidad a la luz y problemas de adaptación y enfoque cuando haya cambios repentinos de iluminación, ya que el etanol también afecta a las células fotoreceptoras de la retina llamadas conos y bastones, las células que convierten la luz en mensajes eléctricos. Estos mensajes se envían al nervio óptico, quien después los reenvía al cerebro.
Desde Vista Oftalmólogos recordamos que la mejor manera de prevenir los problemas de visión derivados del alcohol es moderando o evitando su consumo.