El retinoblastoma es el tumor maligno más frecuente en la infancia y supone un 10-15% de los tumores diagnosticados en el primer año de vida, siendo el tercer cáncer infantil más frecuente.

Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil (ICCD) que se celebra el 15 de febrero, desde Vista Oftalmólogos queremos unirnos a este día concienciando e informando a todas las personas sobre uno de los tumores oculares más frecuentes en los niños: el RETINOBLASTOMA.

Este cáncer, diagnosticado a más de 8000 niños al año en todo el mundo, se origina a partir de la retina en desarrollo y habitualmente se presenta en pacientes menores de 3 años. Los pequeños que lo sufren corren el riesgo de perder la visión en uno o dos ojos y en en el caso de que el tumor no sea detectado y tratado de forma precoz, puede derivar en la pérdida total de la visión.

El Retinoblastoma se produce por una mutación en ciertos genes que controlan el desarrollo del ojo, a veces heredada de un progenitor y otras veces producido de forma espontánea (no heredada) en una fase muy temprana del desarrollo embrionario.

Generalmente no se disemina mas allá del ojo, pero en algunos casos se extiende hasta el cerebro a lo largo del nervio óptico. También se puede diseminar a otros órganos, como la médula ósea, pero es muy poco frecuente. Con tratamiento, los niños con retinoblastoma que no se ha diseminado fuera de la retina se curan en más del 90% de los casos.

Síntomas:

Entre los principales síntomas del retinoblastoma se encuentran la pupila blanca, el estrabismo o, en algunos casos, problemas de la vista.

Tratamiento:

El tratamiento consiste en cirugía, quimioterapia o, a veces, radioterapia. Cuando solo afecta un ojo y ese ojo tiene poca visión o ninguna, el especialista, por lo general, extirpa el globo ocular junto con parte del nervio óptico.

Cuando el cáncer afecta ambos ojos, los especialistas tratan de preservar algo de visión mediante el tratamiento del cáncer sin la extirpación de ambos globos oculares, aunque a veces extirpan el ojo más afectado.

No olvides que es imprescindible no saltarse las revisiones oftalmológicas, sobretodo, si en tu familia hay antecedentes de retinoblastoma. Gracias a ellas, este tipo de enfermedades pueden detectarse a tiempo y aplicar el tratamiento adecuado para evitar problemas mayores, e incluso la pérdida de visión. Pide tu cita con nuestros oftalmólogos, protege la salud ocular de tus hijos.