Desde pequeños nos dicen que las zanahorias mejoran la vista, una afirmación que nos ha acompañado durante generaciones. Pero ¿es esto realmente cierto?

Las zanahorias son ricas en betacaroteno, un pigmento natural que el cuerpo utiliza para obtener la vitamina A. Según un estudio de la Universidad de Duke, la deficiencia de vitamina A hace que los segmentos externos de los fotorreceptores del ojo tiendan a deteriorarse, dañando la visión normal. Así, la corrección de las deficiencias de vitamina A con alimentos ricos en betacaroteno son beneficiosos para la vista. No existe ninguna ventaja para la visión en personas que no sufran de deficiencias de vitamina A. Una dieta equilibrada es importante para ayudar a mantener una buena salud ocular. Pero los problemas de visión son, en general, fisiológicos y no pueden ser corregidos de forma química.

¿Dónde se origina entonces la leyenda?

Entre septiembre de 1940 y mayo de 1941, la Luftwafe bombardeó continuamente diferentes ciudades inglesas, durante la conocida «operación Blitz». El que fuera jefe del escuadrón 604, John «Cats eyes» Cunningham, que pertenecía a las Fuerzas Aéreas Reales Británicas o RAF, contaba con el soporte de un nuevo sistema de radar aéreo, el Airbone Interception. Este dispositivo tenía el cometido de derribar los bombarderos alemanes que se atreviesen a cruzar el Canal de la Mancha.

Esa superioridad táctica se mantendría si el radar permanecía en secreto, por lo que tuvieron que elaborar un plan. El Ministerio de Propaganda Británico difundió entonces el falso rumor de que los logros de los británicos para descubrir a los aviones nazis, se debían a que consumían regularmente zanahorias y esto les mejoraba la visión nocturna. La campaña tuvo tanto éxito que incrementó el consumo de zanahorias, un alimento que nunca había sido muy popular. Surgieron hasta dibujos animados (doctor Carrot) que ayudaron a calar el mensaje entre la población.

Resulta que las zanahorias eran un alimento perfecto en tiempos de guerra, debido a que el clima británico era idóneo para el cultivo de este alimento. Esto evitaría depender de importaciones, ya que el ataque alemán al transporte marítimo que abastecía de alimentos la isla, era constante. Pero la población británica no tenía mucho interés en consumir zanahorias, que eran consideradas «alimentos de pobres». Por esta razón, el gobierno de Winston Churchill decidió contar la mentira piadosa a la población promocionando mediante carteles las supuestas propiedades de visión nocturna de la zanahoria, vinculándolas con el éxito de la Fuerzas Reales Británicas.

El bulo que no funcionó con los alemanes sí fue persuasivo con los ciudadanos ingleses. Muchos comenzaron a comer zanahorias, buscando ver mucho mejor durante los apagones nocturnos que precedían a los bombardeos alemanes.