Muchos son los signos y síntomas que pueden presentar los ojos y que se han relacionado con un diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer.

  1. Dilatación pupilar mas rápida y con menos concentración de tropicamida.
  2. Adelgazamiento de capa de fibras nerviosas ópticas de la retina cuando analizamos su grosor con OCT.
  3. Adelgazamiento de las vénulas y arteriolas de la retina.
  4. Excavación de nervio óptico y disminución del anillo neuro-retiniano.

Existe gran similitud entre la degeneración macular DMAE y la enfermedad de Alzheimer, en los depósitos que se acumulan en el fondo de ojo, drusas maculares, que contienen depósitos de beta amiloide. Utilizando imágenes de campo amplio (Optomap, Optos), encontramos que la formación de drusas en la retina periférica podría ayudar al diagnóstico clínico en pacientes con enfermedad de Alzheimer.

Un estudio patrocinado por Pfizer está probando una terapia intervencionista, un anticuerpo, diseñado para atacar a la beta amiloide, que se encuentra en los ojos con DMAE, así como la enfermedad de Alzheimer. “El intento de eliminar la beta amiloide de los ojos puede ralentizar el proceso de degeneración en pacientes con DMAE seca, y también puede tener un efecto positivo en los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

Pero muchos de estos signos se pueden presentar en personas sin enfermedad de Alzheimer, o con otras patologías oculares como glaucoma o hipertensión ocular o sistémica. Y con el tiempo no han demostrado su sensibilidad ni especificidad.

Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer comienza cuando los pacientes exhiben síntomas de pérdida de memoria. Por desgracia, para los pacientes cuando muestran sintomáticos, la enfermedad ha progresado de forma irreversible. Al igual que la degeneración macular relacionada con la edad, el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer en una etapa tan avanzada es difícil, si no del todo imposible. Sin embargo, los recientes avances en la investigación de Alzheimer han dado posibilidades de su diagnostico, para un método de detección de la enfermedad en sus etapas de tempranas posiblemente décadas antes de que los pacientes se vuelven sintomáticos.

Lo que hasta ahora, es aceptado por los neurólogos como un biomarcador de la enfermedad de Alzheimer es la presencia de depósitos de proteína beta amiloide en el cerebro. Por otra parte, el amiloide también se acumula en el ojo, y se ha teorizado que si una correlación se puede hacer entre el amiloide en el ojo y el amiloide en el cerebro, entonces sería posible diagnosticar enfermedad de Alzheimer mirando en el ojo o tratando la DMAE

Actuando con esta teoría, dos empresas, Cognoptix y NeuroVision, han estado desarrollando pruebas sencillas para detectar las placas beta amiloides en el ojo. Son pruebas prometedoras, pero todavía no se confirman como precisa, eficaz y específica.