Más del 4% de personas que utilizan medicación sistémica para tratar alguna patología, presenta trastornos oculares.
Hoy en día estamos acostumbrados a aplacar cualquier tipo de síntoma con el uso de fármacos, que aunque siendo beneficiosos para cumplir su objetivo a favor de la salud, también pueden ocasionar efectos adversos o negativos, entre ellos la alteración del funcionamiento normal de los ojos.
El ojo seco es el principal efecto secundario que podemos detectar con el consumo de cierto tipo de fármacos, pero dependiendo de la composición del medicamento, las consecuencias pueden ser más graves generando alteraciones de la estructura ocular que incluso pueden derivar en un glaucoma.
Medicamentos que afectan a tu salud visual:
Estos son algunos de los medicamentos más comunes que pueden afectar a la salud de nuestros ojos:
- Antibióticos. Usados de manera local (gotas), tienden a producir alergias e irritaciones tales como enrojecimiento, picazón y malestar en los ojos. Los antibióticos sistémicos (tabletas, cápsulas o inyecciones) pueden ocasionar desprendimiento de la retina y hemorragias, perforaciones de la córnea y neuropatía óptica (daño del nervio óptico). En el caso de las penicilinas, puede provocar sequedad de los ojos, enrojecimiento y sensibilidad a la luz.
- Anticoagulantes. Pueden trastornar la permeabilidad de los vasos del ojo y producir hemorragias oculares si la dosis del medicamento es muy alta.
- Calmantes para la artritis. Algunos de sus efectos secundarios son la sensibilidad a la luz, la visión borrosa y la visión de destellos luminosos o rayas.
- Antidepresivos. Pueden provocar visión doble, ojos secos y vista borrosa y aumentar la tendencia a que se formen cataratas y glaucomas.
- Medicamentos para el corazón. Entre sus efectos adversos encontramos cambios en la córnea, sensibilidad a la luz y ver los objetos con halos de luz amarilla.
- Medicamentos antiacné. Este tipo de fármacos pueden generar inflamaciones de la córnea, cegueras nocturnas, alteraciones del área lagrimal, ojo seco o intolerancia a los lentes de contacto.
No olvides que es muy importante usar los medicamentos tal y como lo indica el médico (el tiempo y la dosis indicada) y estar atentos a los cambios que se puedan presentar en nuestra salud, incluyendo nuestros ojos.
Normalmente, los daños visuales suelen ser reversibles si se detectan a tiempo, pero existen ciertos medicamentos que debido al tiempo de uso o a la concentración empleada, pueden generar alteraciones graves e irreversibles, por eso es muy importante que acudas a tu oftalmólogo ante cualquier síntoma.