Aunque tengamos miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia, o que al final del día sintamos fatiga ocular, podemos practicar el yoga de los ojos, una técnica desarrollada por el oftalmólogo americano, el profesor Bates, en los años 20. Esta “gimnasia suave para los ojos” no sustituye el trabajo de un oftalmólogo, como los test de visión o el tratamiento de determinadas enfermedades (catarata, glaucoma…), pero puede contribuir a mejorar algunos de nuestros problemas de visión. Es, por tanto, un excelente complemento al seguimiento médico.

Movimientos suaves para aliviar nuestros ojos
La contaminación, el estrés, las pantallas de los ordenadores, las luces artificiales…, fatigan nuestros ojos y disminuyen nuestra agudeza visual. Nuestros músculos oculares, como el resto de músculos de nuestro cuerpo, necesitan ser entrenados para ser más eficaces. El yoga de los ojos tiene como objetivo aliviarlos y remuscularlos, gracias a ejercicios suaves.
Poco a poco, las tensiones que se acumulan en nuestros ojos, desaparecen y los músculos oculares estarán más tonificados. Resultado: la calidad de nuestra visión mejora. Como son ejercicios con movimientos muy suaves, podemos hacerlos en casa.

15 minutos cada día
Para ser eficaces, los ejercicios deben realizarse diariamente durante quince minutos, pero nunca forzando en exceso, ni sintiendo dolor o tensión.
Después de cada ejercicio, juntad las manos en forma de cáscara de nuez sobre los ojos cerrados, sin presionar ni la nariz ni los ojos, para conseguir la oscuridad total. Es estupendo para regenerar los ojos. Al igual que la gimnasia para el cuerpo, este tipo de yoga ayuda a mantener nuestros músculos oculares en forma, previniendo así la pérdida de agudeza visual.

Practica quince minutos todos los días

  1. Alrededor del globo. Con los ojos abiertos, haz movimientos de arriba a abajo y de abajo a arriba. Sólo trabajan los ojos, la cabeza no se mueve. Repite el ejercicio cinco veces. A continuación, hacemos lo mismo con ejercicios oculares en horizontal, de izquierda a derecha y viceversa.
  2. El símbolo de infinito. Con los ojos abiertos, sin mover la cabeza, dibuja repetidamente con los ojos el símbolo de infinito,∞ (un 8 tumbado). Todo en un único movimiento fluido y lento.
  3. El alfabeto. Con los ojos abiertos “escribe” con los ojos las letras del alfabeto. No hace falta que hagáis de una sola vez todas las letras del alfabeto; cinco o seis letras bastarán para comenzar.