La escleritis es una enfermedad inflamatoria que afecta la parte blanca del ojo (esclerótica) y que si no se trata a tiempo puede terminar por provocar la pérdida de la visión, parcial o incluso total.

Se trata de una condición rara pero potencialmente grave que puede afectar a la esclerótica de uno o ambos ojos, y que si no se trata de forma rápida y eficaz puede causar complicaciones graves, pudiendo llegar incluso a la pérdida total de la visión. 

¿Cuáles son las causas de la escleritis?

La escleritis puede aparecer por varias causas (como traumatismos o infecciones bacterianas, víricas, micóticas o parasitarias), pero a menudo se asocia con otros trastornos autoinmunitarios sistémicos o a síntomas de una enfermedad autoinmune subyacente, como pueden ser la artritis reumatoide, el lupus o el síndrome de Sjögren.

¿Cuáles son los síntomas de la escleritis?

Los principales síntomas de la escleritis son los siguientes:

  • Dolor ocular intenso, que puede irradiarse a la frente y la mandíbula. El dolor puede empeorar con el movimiento de los ojos, o por la noche, despertando al paciente del sueño.
  • El dolor del ojo afectado puede intensificarse al tocarlo.
  • Hinchazón visible en la parte blanca del ojo.
  • Visión borrosa.
  • Enrojecimiento de los ojos, que ocasionalmente cambia a un tono púrpura. El enrojecimiento puede no estar siempre presente.
  • Ojos llorosos o lagrimeo abundante.
  • Sensibilidad a la luz (fotosensibilidad).

Es importante diferenciar la escleritis de la epiescleritis, una inflamación del tejido situado entre la esclerótica y la conjuntiva que puede sresuñtar similar, pero causa un dolor ocular mínimo, menos enrojecimiento y, por lo general, no presenta complicaciones oculares graves a largo plazo.

¿Cómo se trata?

Como hemos indicado anteriormente se es imprescindible abordarla lo más rápidamente posible, para así poder minimizar el riesgo de que se produzca la pérdida o disminución permanente de la visión en el ojo u ojos afectados. Para ello, el oftalmólogo deberá determinar la causa concreta ya que el tratamiento depende de la etiología. 

El tratamiento inicial suele ser con fármacos corticosteroides o antinflamatorios no esteroideos antiinflamatorios con el fin de atajar la inflamación y el dolor.

Si el caso es particularmente grave se requiere un tratamiento inmunosupresor más fuerte, como tabletas de esteroides o medicamentos inmunosupresores alternativos. 

En instancias particularmente extremas puede ser necesario recurrir a la cirugía para salvar la visión.

Desde Vista Oftalmólogos te recomendamos que ante cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados, acudas rápidamente a uno de nuestros oftalmólogos. Pide tu cita en tu Clínica Vista más cercana, cuidamos de tu salud visual.