La agudeza visual y el campo de visión son los factores más importantes para conducir con seguridad.
El 90 por ciento de la información que necesitamos durante la conducción la recibimos a través de la vista. La buena visión nos ayuda a identificar los riesgos que podamos encontrar en el carretera, a leer las señales e indicadores con claridad y a adelantarnos a posibles complicaciones durante el trayecto.
Tener una buena agudeza visual proporciona que el tiempo de reacción desde que se detecta un objeto sea el menor posible. Pero hay una serie de factores que la reducen y dificultan la conducción:
Conducir de noche.
Según datos de la DGT, durante la noche se produce el 40 por ciento de las víctimas mortales por accidente de tráfico, a pesar de ser la franja horaria con menor intensidad circulatoria. Entre todos los factores de riesgo asociados a la conducción nocturna, se hacen presentes la pérdida natural de agudeza visual del conductor y la aparición de problemas oculares, como la miopía nocturna y la pérdida de sensibilidad al contraste.
Deslumbramiento.
El 70 por ciento de los conductores sufre destellos al volante que se producen como consecuencia directa del sol, por su posición, tras la salida de túneles o por el reflejo de edificios y de otros vehículos. Condición que se intensifica en los conductores mayores de 50 y personas de ojos claros, por tener más sensibilidad a la luz.
Influencia del alcohol y las drogas.
El acohol es uno de los factores que más afecta a la visión, ya que reduce la agudeza visual, puede causar visión doble y errores de cálculo de distancias.
La velocidad.
Mantener una velocidad entre los límites establecidos ayuda a tener más tiempo para reaccionar. El campo visual se reduce, hasta 75 grados, a medida que se aumenta la velocidad durante la conducción.
Cualquier enfermedad o alteración ocular puede aumentar el riesgo de sufrir un percance en la carretera. Por eso desde Grupo Vista le recomendamos realizar revisiones oftalmológicas anuales para detectar cualquier tipo de problema que pudiera poner en peligro nuestra propia seguridad y la del resto de conductores.
