La mitad de las urgencias oftalmológicas se producen como consecuencia de un traumatismo ocular.

Un traumatismo ocular es toda lesión que se produce por mecanismos contusos o penetrantes sobre el globo ocular y sus estructuras periféricas, pudiendo originar alteraciones visuales e incluso pérdida del globo ocular. Es un accidente que ocasiona gran alarma e inquietud en el lesionado y en quienes le rodean en el momento del suceso.

Los traumatismos oculares son muy frecuentes en las urgencias de oftalmología. Se producen principalmente por accidentes laborales, domésticos o de tráfico, agresiones o prácticas deportivas.

Pueden ser cerrados, causados por un golpe o contusión de un objeto; abiertos, aquellos que se producen por un objeto perforante; también pueden producirse por contacto del ojo con productos químicos.

Los traumatismos oculares pueden provocar cataratas, glaucoma, inflamaciones, hemorragias y desgarros o desprendimiento de la retina.

Traumatismos más frecuentes.

  • Abrasión corneal. Como consecuencia de sufrir un golpe o pinchazo en el ojo o frotarse cuando hay un cuerpo extraño presente, como polvo o arena.
  • Objetos penetrantes o extraños dentro del ojo. Los cuerpos extraños de metal pueden formar una cicatriz significativa rápidamente. Es importante no intentar extraer el objeto, evitar el frotado del ojo y acudir al especialista lo antes posible.
  • Quemadura química. Lo más habitual es que se produzcan en el lugar de trabajo por contacto con sustancias químicas, o en el hogar, con los productos de limpieza habituales.

En caso de traumatismo ocular hay que intentar mantener la calma. Es fundamental acudir a urgencias lo antes posible para ser atendido por el oftalmólogo que realizará una exploración completa, desde la agudeza visual, la presión del ojo y el fondo del mismo bajo dilatación, o pruebas complementarias en caso de que el daño no permita ver el estado de la retina como consecuencia de una gran inflamación o una hemorragia.

 

Grupo Vista Oftalmólogos