El impacto que tiene el entorno sobre nuestros ojos es mayor de lo que se cree. Actuar desde la prevención es una posición idónea para minimizar los riesgos que este representa para nuestra vista.

El entorno que nos rodea está repleto de diversos elementos que pueden dañar la visión. La prevención y la eliminación de hábitos no saludables, son dos aliados indispensables para una buena salud visual.

Es frecuente asumir que los problemas de visión están asociados a la edad. Sin embargo, el envejecimiento de la población no justifica todo. Cada vez hay más estudios que concluyen que las conexiones entre las enfermedades oculares y la nutrición o el entorno, son estrechas. Desde 2008 una nueva hipótesis cobra fuerza: el poco tiempo que pasamos en el exterior, afecta a nuestra visión. Ian Morgan, de la Universidad de Canberra (Australia), ha comparado la forma de vida de los niños asiáticos que viven en Sidney y en Singapur, y destaca que “el único factor que podría explicar la prevalencia de la miopía entre ellos, es el tiempo que pasan en el exterior”. La luz natural tendría, por tanto, un efecto preventivo respecto a la aparición de la miopía.

Otros factores a tener en cuenta.

El humo del tabaco contiene partículas nocivas que resecan e irritan nuestros ojos. Esto es debido a que dichas partículas favorecen la evaporización de la lágrima. Es por esto que la falta de humedad en el ojo podría suponer un problema, ya que la lágrima es la encargada de lubricar, humidificar y nutrir la superficie del ojo

Además del tabaco, una alimentación pobre en omega 3 y en antioxidantes, tendría influencia en la aparición de la DMAE. De este modo el riesgo de padecer esta enfermedad visual, se reduce con una dieta rica en omega 3, y un 25 con alimentos ricos en antioxidantes.

La contaminación atmosférica se suele asociar a enfermedades respiratorias, sin embargo, los ojos también pueden verse afectados por la polución. La superficie ocular está constantemente expuesta al exterior y eso la hace vulnerable a los contaminantes del aire. Según informa la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad 9 de cada 10 personas está expuestas a niveles de contaminación superiores a los recomendados. En los picos de contaminación aumentan las visitas a los servicios de urgencia de oftalmología.