La miopía es un defecto de refracción muy común que produce una visión borrosa de los objetos lejanos.
Cuando aparece la miopía, la imagen del objeto visualizado no se proyecta en la retina sino delante de ella, provocando una pérdida de la capacidad de visión de los objetos lejanos. A mayor distancia del objeto, la claridad de la imagen que se percibe disminuye.
La miopía se produce cuando la longitud del globo ocular es mayor de lo normal. Suele aparecer en la infancia y tiende a estabilizarse entre los 18 y 20 años.
El aumento en la actualidad del número de personas que padecen miopía está siendo motivo de preocupación. Se ha duplicado en los últimos 50 años en muchos lugares del mundo. Pero especialmente en Asia, el incremento es mucho mayor.
¿Qué dificultades tiene un miope en su día a día?
Además de dolores de cabeza, fatiga visual y dependencia de las gafas o lentillas, se encuentra con otras situaciones poco agradables. Son gestos y acciones cotidianas que la persona con miopía realiza de forma casi automática pero no por eso entrañan menos dificultad, si tenemos en cuenta que el miope al quitarse las gafas ve con verdadera dificultad. Situaciones como las siguientes:
- El momento de la ducha, sobre todo si es fuera de casa y no se conoce el espacio.
- Necesidad de utilizar las gafas inmediatamente al levantarse de la cama.
- Llevar también las gafas de sol graduadas.
- Mala visión durante las actividades deportivas o de ocio en el agua, en piscinas o playas.
- Utilización de gafas 3D en cines.
- Utilización de cascos.
- El elevado coste de los las gafas con graduación para la miopía.
- Dificultad para reconocer a las personas a lo lejos.
- Olvidar el recipiente de las lentillas.
- Maquillarse.
- Necesidad de estar en las filas delanteras en clase, actuaciones o conciertos.
- Las gafas se empañan con facilidad.
- La conducción se complica durante la noche.