Además de consultar con el médico, estas recomendaciones ayudarán a la curación del orzuelo, así como a evitar futuras infecciones.
El orzuelo es una infección bacteriana de las pestañas, más concretamente de las pequeñas glándulas sebáceas localizadas en su raíz. Es el equivalente a un forúnculo en la piel. El riesgo de contagio es muy elevado, de ahí la importancia de una buena higiene. Siempre se localizan en el borde y nunca en el interior del párpado como en el caso del chalazión.
Síntomas.
Todo comienza con un dolor en el párpado, en la raíz de las pestañas. Después, en 24-48 horas, aparece una pequeña tumefacción (hinchazón). El ojo lagrimea y tenemos la impresión de tener un cuerpo extraño. Después de varios días se vacía la pus y el malestar se calma. Sin embargo, en caso de obstrucción de la glándula sebácea, puede haber inflamación y derivar en un chalazión.
¿Cómo curarlo?
En primer lugar la recomendación es consultar al médico para que lo examine y derive, de ser necesario, al especialista. En cualquier caso, los buenos hábitos contribuirán a la curación:
- No tocar el orzuelo.
- No punzarlo.
- No frotarse los párpados.
- No utilizar maquillaje mientras dure la infección.
- No utilizar lentillas haste que no esté curado.
- Mantener una correcta higiene de los párpados.
- Aplicar calor con un paño o toallita limpia y masajear suavemente la zona del párpado.
El médico seguramente prescribirá un antibiótico y un corticoide en pomada. Si el orzuelo es muy grande y doloroso, puede punzarse de forma estéril y ser vaciado para eliminar la infección.
No olvidar la limpieza preventiva.
La limpieza de la zona ocular debe realizarse no tanto cuando ya ha aparecido el orzuelo, sino para prevenir su aparición. Tener una buena higiene de manos, no frotarse los ojos, desmaquillarse todas las noches, no compartir el maquillaje o limpiar correctamente las lentillas, contribuirá a evitar la aparición de los molestos orzuelos.