La leucocoria, más conocida como pupila blanca o de gato amaurótico, se produce cuando al proyectar un haz de luz directa sobre la pupila, esta se torna blanca.

Leucocoria es una palabra que procede del griego ( leukos ‘blanco’ y korê pupila). Generalmente, al someter a uno ojo sano a un haz de luz, la pupila aparecerá con un tono rojizo. La leucocoria no es una enfermedad en sí misma, es una condición que indica que detrás de ella subyace alguna patología que puede comprometer la visión y que debe ser tratada por un oftalmólogo.

Síntomas

Al no ser una enfermedad en sí misma no hay una sintomatología específica más allá que evaluarla en relación al problema que la causa. Pero detectarla en una revisión rutinaria es sencillo. Para una detección temprana se examinará al paciente con  un retinoscopio,  donde se valora el reflejo retiniano (reflejo de Brucker), o  se utilizará un oftalmoscopio con el que se observará el fondo de ojo.

Otra forma habitual de detección que puede poner en alerta al paciente, es poner atención a las fotografías con flash. Cuando se realiza una fotografía con flash, lo habitual es que el reflejo pupilar se presente rojizo. Sin embargo, si las pupilas aparecen blancas o blanquecinas, es una señal de alarma que indica que hay que consultar con un oftalmólogo de forma inmediata. Esto indica que puede se un síntoma de que exista leucocoria.

Leucocoria infantil

Cuando la aparición de pupila blanca se da en la infancia, se considera una urgencia oftalmológica. Lo más importante es hacer un diagnóstico para descartar un retinoblastoma (tumor intraocular maligno más frecuente en la edad pediátrica). Se presenta aproximadamente en el 50% de los casos de leucociria infantil. Suele aparecer alrededor de los 18 meses de edad y solo en el 20 % de los casos se suele manifestar de manera bilateral. El resto de  leucocorias infantiles pueden acompañar a otras patologías que no comprometen tan gravemente la salud visual de los más pequeños.

Causas

Como se comentaba anteriormente, la leucocoria no es una enfermedad en sí misma, es causada por muchos factores. Estos son los más comunes:

  • Enfermedades congénitas.
  • Patologías vasculares de la retina.
  • Enfermedades neonatales.
  • Infecciones parasitarias.