En los últimos años, el uso de pantallas ha cambiado el concepto de juego y diversión infantil tal y como lo conocíamos, invadido ahora por dispositivos móviles que han modificando por completo la forma de interactuar con la familia y con otros niños.

Hace más de 30 años que se conocen los efectos que la televisión puede originar en el desarrollo emocional e intelectual de los niños. Son muchos los estudios que se han realizado al respecto. Un ejemplo de ello es el estudio demostrativo del pediatra alemán Peter Winterstein sobre el tiempo de exposición de los niños a pantallas y como repercutía de forma negativa en el desarrollo cognitivo, principalmente en áreas de rendimiento académico, atención, lenguaje o autorregulación emocional. Para ello, solicitó a 2000 niños de entre 5 y 6 años estudiantes de escuelas públicas que dibujaran figuras humanas. Posteriormente, analizó los dibujos en función del tiempo que los niños destinaban a ver la televisión, con este resultado:

 

Daño de las pantallas en el sistema visual del niño

Los niños que consumían menos horas frente a pantallas, realizaban los dibujos con más detalle, expresividad y relieve. Sin embargo, los niños que pasaban más tiempo frente al televisor presentaban pobreza y pérdida de detalle en la ejecución.

 

¿Qué efectos tiene el uso de pantallas en el sistema visual del niño?

Alrededor del 30% de los niños menores de 8 años usa el móvil todos los días. El exceso de horas de uso de pantallas es perjudicial para la vista a cualquier edad. Pero si tenemos en cuenta que en el caso de los niños, el sistema visual no está aún desarrollado por completo, este abuso es mucho más preocupante y los riesgos asociados mayores. Una continua exposición a pantallas a una distancia mínima, puede propiciar la aparición de problemas tempranos de refracción, fatiga visual y ojo seco.

¿Cuáles son las pautas recomendables por edades?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños menores de cinco años no pasen más de una hora al día ante una pantalla, mientras que desaconsejan completamente este uso en el caso de los bebés menores de un año.

Especialistas británicos recomiendan las siguientes pautas:

  • 0 a 3 años: nada.
  • 3 a 7 años: media hora.
  • 7 a 12 años: una hora.
  • 12 a 15 años: hora y media.
  • Más de 15 años: dos horas.