El término retinopatía se aplica a cualquier daño que hace referencia a los vasos sanguíneos de la retina.

En el diagnóstico de la retinopatía, la exploración del fondo del ojo permite al especialista examinar una muestra de vasos sanguíneos del organismo y detectar signos precoces de complicación de una diabetes o de una presión arterial elevada, así como otras afecciones de la visión. Esta enfermedad ocular se presenta de dos formas: la retinopatía diabética y la retinopatía pigmentaria.

La retinopatía diabética

Consecuencia de la diabetes, esta forma de la enfermedad es la causa más frecuente de ceguera entre los adultos de menos de 50 años. Se manifiesta por lesiones de los capilares retinianos que provocan hemorragias y edemas retinianos. Podemos distinguir varias etapas según el grado de evolución de la retinopatía diabética:

Retinopatía inicial. La enfermedad aún no ha causado signos funcionales, pero es muy recomendable una vigilancia oftalmológica de forma regular.

Retinopatía más avanzada. Puede provocar un descenso de la agudeza visual, afectando a la visión central por edema macular. En este estadio, los pacientes manifiestan principalmente dificultades en la visión de cerca con una sensación de desenfoque permanente. Ciertas actividades que necesitan de una visión precisa, como coser, afeitarse o cocinar,  se vuelven realmente difíciles.

Retinopatía severa. En este estadio, la retinopatía diabética provoca una pérdida importante de la agudeza visual, un incremento de la sensibilidad a la luz y una reducción del campo visual. La limitación es, por tanto, muy importante para los pacientes.

La retinopatía pigmentaria

Comienza frecuentemente entre los 18 y los 30 años, con un pico de empeoramiento entre los 40 y 50 años. Es una enfermedad genética que provoca que la visión se nuble por el depósito de pigmentos en el fondo de los ojos y puede degenerar hasta provocar ceguera. El campo de visión se reduce progresivamente hasta llegar a ser “tubular”. El enfermo conserva su agudeza visual central, pero pierde la visión periférica.